Hoy os traigo una pieza muy original, se trata de una silla de montar en camello que había comprado mi padre en Egipto y que recuerdo toda la vida en casa de mis abuelos. Todos los primos nos sentabamos a horcajadas sobre ella como si fuera un caballito, de ahí que se encontratara medio desvencijada.
Esta hecha en madera de palmera y latón, y se pliega para guardar sacando los casquillos y con sencillo sistema de bisagras y tubillones.
La madera de palmera se carcome, por lo menos aquí en Galicia, en desierto probablemente ni existan estos coleopteros, así que la desparasité y luego le recuperé el acabado. El asiento de piel lo limpie con un jabón neutro y luego la estuve hidratando durante varias semanas hasta que recuperó la elasticidad.
Ahora ocupa un lugar de mi salón haciendo un fuerte contraste con una mesita isabelina que perteneció a una de mis abuelas y ya ella había adquirido en un anticuario. Me gusta su ubicación y cuando necesitamos un escabel no tenemos más que sacarla.
He borrado temporalmente mi lista de blogs por que como sabeis un elemnto extraño se me ha colado en el blog y tengo que ir revisando todo, en breve lo soluciono.
Me voy pitando a terminar una butaca que ya va siendo hora que termine, pues llevan bastante tiempo esperando por ella, a ver si mañana os la puedo enseñar....
Que monada de silla y que rincón tan bonito has creado!! que buena pinta tiene ese sofá y que bonito combinado con granate, me encanta esa combinación
ResponderEliminarBesos
Wuauuu, menuda pieza más interesante, tiene su historia además, queda de lujo en tu salón igual que la vitrina del anterior post. Tienes toda la razón Mamen, hay vida más allá del blanco, muy elegante en negro, una belleza ha quedado
ResponderEliminarBss
¡Qué pieza mas original!
ResponderEliminarTiene un encanto muy especial.
Un saludo