Se trata de un tipo de mesa muy común en el norte, hecha en madera de castaño, cuadrada y con dos alas extraíbles que no da una medida muy interesante cuando hay invitados.
Tenía el acabado muy estropeado y el mecanismo interior se lo estaba comiendo la carcoma y la humedad. A veces , como es el caso, los mecanismo internos se hacen de maderas de peor calidad. como pino que son más sensibles a los insectos xilófagos y los hongos..
Del sobre no guardo fotos, pero os hago una recomendación. Si alguna vez vais a restaurar una pieza que ha pasado tiempo en un sitio con un grado alto de humedad y luego la vais ha situar en lugar calefactado con menos del 75% de humedad, es importante que esperéis, uno o dos meses con la pieza en ese lugar seco, para que la madera trabaje y se adapte, lo más probablemente es que se formen grietas al secar, en mi caso las encontré de hasta 1cm., ahí ya podemos empezar a trabajar.
Con grietas tan anchas no os recomiendo masillas ni ceras de ningún tipo, ahí lo mejor es cortar cuñas de la misma madera y época y con paciencia ir encolándolas y rebajándolas con ayuda de una cuchilla de ebanista, con cuidado de no eliminar la pátina.
Después igualar tonos y acabar el conjunto. así nos aseguramos que no vuelvan a aparecer con otro cambio de temperatura y humedad, las masillas en estos casos tienden a desprenderse pasado un tiempo.
A punto también de acabar una vitrina muy, muy antigua y una mesa de principios de siglo pasado imponente, poco a poco pero sin perder el ritmo.