Siento haber tenido abandonado el blog durante tanto tiempo, ni siquiera le he dedicado un minuto para felicitaros las fiestas, pero seguro que nunca es tarde para brindar con todos y cada uno de vosotros por un prometedor año 2015, de corazón , mis mejores deseos para este año que llega.
Yo por mi parte he incluido en la inmensa lista de propósitos para el nuevo año, el procurar cuidar mi blog e intentar actualizarlo con más frecuencia de la que os tengo habituados ultimamente.
Este mes de Diciembre ha sido muy intenso de trabajo aunque aún no os haya enseñado mucho, tengo muchos frentes abiertos.
Salió este bureau-vitrina, que en origen tenía un acabado casi negro y su dueña harta de verlo oscuro me encargo un color entre verde y azul que le va a quedar precioso en el nuevo salón renovado, de paredes en color agua.
formaba parte de un comedor muy completo con piezas como esta y que poco a poco se han ido transformando, no se si os acordáis.
Mº José ha terminado un reclinatorio muy original para usar de galán en el dormitorio.
Se ha tapizado con piel de cabritillo, algo nada usual en reclinatorio, ja,ja,...ha quedado tan amoroso que hasta dan ganar de confesarse.
Fernando ha hecho casi un milagro con este baúl. Lo encontró en el contenedor todo lleno de chatarrra. Pero a base de paciencia lo fue recontruyendo y desde luego que no parece la misma "cosa".
En esta foto ya lo había limpiado un poco.
Y Rocio que no para, le cunde el tiempo una barbaridad.
Trajo dos mesillas como esta , de los años 60, chapeadas en poliéster y madera de haya. Las recuperó para su dormitorio y le han quedado preciosas.
A la par andaba con esta maleta que tenía algo de carcoma, y un poco le daba a las mesillas y un poco a los agujerillos de la maleta, ja,ja,...como si tuviera cuatro brazos.
Con esto y un frío lucense al que ya no estábamos acostumbrados, -5º a las 7 de la mañana que me he levantado para escribir esta entrada, me despido por unos días para organizar mi casa para la fiesta de fin de año, esta vez estrenando mesa herencia de mis abuelos, faltan dos días para la cena y aún me queda una pata que restaurar, y es que en casa del herrero.....