Este es el chinero que lleva ocupando practicamente todo mi tiempo durante el mes de abril.
Es una descomunal pieza de castaño de los años 60, el típico chinero de las casa de campo de mi tierra.
La estructura tiene una madera muy buena, el problema son las chapas que se encuentran muy carcomidas y deshechas por la humedad.
He puesto mucho empeño en este trabajo por que para su dueño tiene un gran valor sentimental. Me ha pedido que intente cambiar el menor número de piezas posibles en cuanto a las chapas por que la madera maciza se conserva estupendamente.
Las traseras de arriba y abajo se encontraba reducidas a polvo y este sostenido por unas gruesas capas de pintura de aceite que en su día le dieron en la creencia de que así se eliminaba la carcoma.
Estas chapas dificilmente podían cumplir su función y las tuve que sustituir ( y como los ensambles de la estructura estaba reforzados con puntas el trabajo fue doble).
En el caso de lateral izquierdo que se ve en la foto superior tampoco me quedo otra opción que sustituirlo por que estaba absolutamente desgraciado, en esta ocasion al ser una chapa vista busqué en el taller hasta encontrar una de castaño de más o menos la misma época para integrarla mejor.
Lo peor sin duda y más latoso fué retirar del interior una gruesa capa de pintura de aceite color ocre y un papel super agarrado.en el cuerpo inferior. Ni decapante y pistola de calor para la pintura, ni removedor de papeles ni quitagrasas, horas y horas de paciencia,( este trabajo tengo que reconocer que me llegó).
Una vez retirado el acabado por dentro y por fuera traté la carcoma, que más bien se encontraba en las chapas, y en estas es fácil impregnar todo.
Las chapas nuevas de las traseras las teñí y envejecí para mimetizarlas con el conjunto. Toda la madera se reavivó el tono y se acabó con fondo y cera.
Los tiradores de las puertas se habían roto y le colocaron unos pomos de de cocina, así que busqué por los rastros unos de la época y los sustituí, tapando primero todos los taladros que se le hicieron.
La puertas inferiores son las que más me han traído de cabeza, me han pedido conservar los entrepaños originales, y estaban muy perforados y con alguna rotura, le he inyectado resina para dar consistencia, le he metido alguna pieza en las faltas y he tapado los mil agujeros de carcoma, pero las manchas de algún líquido derramado en la historia de su vida van a tener que pasar aformar parte de pátina por que en la chapas no hay tanto margen de maniobra como en la madera maciza.
Aprovecho para dar las gracias a todos los que me habéis dado vuestro apoyo en el segundo certamen Mujer IT de la revista Mujer Hoy, y a los que os apetece y aún no lo habéis hecho todavía estais a tiempo pinchando
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