Es el trabajo de los cursos que ha enredado a Ana durantes las últimas semanas, pero francamente ha valido la pena.
Se trata de una pieza de herencia, realizada por el abuelo de su marido a comienzos del siglo pasado.
Es una descalzadora o butaquita de tocador, realizada sobre una caja de "jabones la Toja", a la que clavó unos muelles.
Se deparasitó todo. Tras limpiar los muelles volvimos a montar todo el tenderete, esta vez usando espuma en la última capa y luego replanteamos el patchwork (ibamos algo justos de material) con un vivo de piel marrón.
Las grapas las cubrimos con los listones de madera originales que cubrían las patas, después de recomponerlos un poco y teñirlos en nogal oscuro.
No os imaginais el trabajazo que se pegó la pobre Ana sacando puntas,cosiendo,....
pero le ha quedado precioso , además le ha buscado un sitio genial, acompañando su preciosísima colección de pipas, un "tablescape" de un gusto exquisito.