Hace ya muchísimo tiempo, tanto que me da hasta vergüenza, que una amiga me trajo esta caja que había pertenecido a su abuela. Creían que tiene origen chino pero a mi me parece mas un trabajo árabe, a base de hueso, nácar y conchas.
La pena fue que se espero demasiado tiempo para arreglarla y la carcoma ya había hecho demasiados estragos, faltaba mucho material y la madera de base se encontraba hinchanda en determinados sitios levantando todo el trabajo.
Antes de nada la desparasité y luego hubo muchas zonas en las que directamente no había material de soporte.
Por dentro es espectacular. Aún hoy nos preguntamos para que servía. Tiene un fondo secreto y sobre este una serie de compartimentos con tapas y unos agujeros en placas de hueso donde se sujetan pequeños recipientes de hueso torneado, con tapas roscadas a las que les faltaba la totalidad de la decoración.
Un par de dedales torneados también en hueso me hacen pensar en una caja de costura, quien sabe si los pequeños recipientes eran para guardar pedrería de bordar, incluso puede que las perforaciones en el hueso fueran para sujetar las agujas una vez estaban pasada las piedras y esperaban su turno por colores. En cualquier caso pura especulación de mi cabeza, y si alguien puede arrojar un poco de luz sobre este asunto se lo agradezco un montón pues me puede la curiosidad.
Mi trabajo ha sido de consolidación de lo que quedaba y he intentado disimular las faltas mas bien como he podido pues tampoco disponíamos de los materiales originales. El caso es que no se siga degradando y luzca medianamente decente.
Paz más vale tarde que nunca, no doy abasto y este verano me he propuesto sacar adelante todo lo que arrastro de mucho tiempo, eso si no me olvido de cierto baul de impresión que también estoy con él y espero llegar a tiempo con el reclinatorio para la comunion de primeros de agosto , pero no me olvido de nadie, de verdad.