He tenido un terrible bajón bloguero, los que tenéis blog y ya lleváis algunos años con él, seguro que sabéis de lo que hablo. Un blog es algo que se hace por que apetece, te gusta comunicar tus emociones y lo haces disfrutando y eso se nota. Cuando dejas de emocionarte y escribes entradas como por obligación también se percibe. Muchos grandes blogs han dicho adiós y lo entiendo, el caso es que a pesar que atender el blog me supone añadirle al día horas que realmente no tiene, no me apetece deciros adiós después de tanto tiempo, desde 2011 exactamente, así que permitirme que, a mi ritmo, me quede un poquito más con vosotros, tengo aun mucho que contaros.
Me gustaría también retomar la calidad de las fotos de antaño, dejar de tirar de móvil, y utilizar la cámara, aunque hoy no es el mejor día para empezar con eso. Disculpar hoy tocan fotos de móvil....agrrrr
Os voy a enseñar unos baúles que hice este verano. El primero es de chapa de lata y madera, de los años 60 seguramente.
Lo hicimos de color turquesa para animar una cama que los que me seguís recordareis, creo que junto con la colcha ha quedado un conjunto super alegre entre rustico y bohemio.
El interior forrado con el plano del metro de Nueva York le da un toque cosmopolita.
Otro que hice es más antiguo de chapa de hierro y madera. Este lo recuperé tal cual era, sacando partido a la plástica del hierro oxidado de la que los que me conocéis sabéis que soy fan.
En la foto no se si se aprecia pero estaba muy ajado y carcomido, hicieron falta muchas horas de cepillo sobre el hierro y lustre con cera mineral para sacar esas calidades al metal.
En este caso el interior se forro con un papel de relojes antiguos en tonos topos que la al pelo.