Hoy os enseño dos piezas muy antiguas y singulares, se trata de una cómoda y una vitrina de caoba, de finales de 1800.
Creo que la vitrina va sobre la mesa, pero perfectamente podrían ir de forma independiente.
Las dos tienen un increíble trabajo de filigrana en la madera y patas de garras con bola. Pero además donde se aprecia verdaderamente la antiguedad es en el sistema de ensamblaje con colas de milano hechas a mano, cada una diferente, y la madera de caoba maciza, estos muebles dan un olor riquísimo cuando abres un cajón.
La vitrina albergaba una pequeña virgen del Carmen, y el techo por el interior esta policromado como una cúpula celeste con estrellas.
Un lujazo haberlo tenido en el taller.
El acabado ajado y opaco no dejaba apreciar el bonito color de la caoba.
En la foto inferior veis el canto roto del cajón que se reparó con puntas, una chapuza en toda regla.
Recompuse la pieza rota, quitando las puntas con cuidado y pegándolas de una forma adecuada.
Y tras retirar el viejo barniz, en estos casos de la forma más respetuosa, procurando no eliminar la pátina, le volví a dar el acabado original a goma laca que luce una barbaridad y es además el más apropiado para la pieza.