Este si que es un curiosos encargo. De una cama nido de esas típicas de la década de los 80, de madera de haya teñida en color caoba, me han pedido transformarla en una butaca muy curiosa.
Su dueña quiere conservar la pieza recuerdo de su madre pero dándole una buena vuelta de tuerca.
Se despiezó y trato la carcoma, que traía bastante, y luego la monté acortando la distancia del respaldo. Lo tuve que hacer dos veces, pues al primer intento me salía una pieza demasiado voluminosa, pero a la segunda ya fue.
El almohadón del respaldo lo hice muy abombado para robarle fondo al asiento que como era cama llegaba casi a 90cm.
La fotos son un poco desastre por que este mes a las seis ya no hay luz natural y con el flexo y mi cámara mucho no se puede hacer, pero os podéis hacer una idea. Espero haber acertado con lo que se me encargó, por que estas cosas no es lo mismo verlas en abstracto que ejecutarlas, en el proceso de trabajo hay que adaptarse un poco a lo que tenemos .
Estate tranquila, le va a encantar, es todo un puntazo, una pieza excepcional
ResponderEliminarMe encanta el resultado, enhorabuena!
ResponderEliminarespectacular convinación
ResponderEliminar¡¡Precioso e impresionante cambio, Mamen!!
ResponderEliminarMenudo tándem de ideas-trabajo.
ja,ja,ja,...tu lo sabes bien.Un beso.
EliminarMe encanta el nuevo aire oriental que se le a dado al mueble, una gran transformación la que habéis hecho.
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