DE PUERTAS, PIZARRAS Y COPETES

 

          "no importa si vas depacio, lo que importa es que no te pares"(Matt Hunsderger).

 

Tenía algunas puertas en el taller que  dejaron de pertenecer a los  muebles que las albergaban, bien por motivos estéticos o bien por estar  excesivamente deterioradas.

Pensando en ellas se me ocurrió hacer unos  pizarrines para la cocina, de manera que en conjunción con la tipografía en tiza  o incluso realizando una composición (si consigo añadir algún otro)  pudieran convertirse en elementos decorativos.

Como véis, en el caso de la verde incluso acentué la categoría de puerta resaltándola con  un tirador.  La de formas curvas, era un entrepaño un tanto raro de un aparador, y en este me limité a pintarlo con pintura especial pizarras para destacar esas formas.

En el verde empleé la puerta que finalmente no se usó de esta mesilla.

El copete que tampoco se usó me dió otra idea, un percherito para la habitación de las niñas, donde colgar todos los bolsitos que normalmente tienen esparramados por el suelo. Los pomos de porcelana marrón son muy antiguos y provienen de una vieja ferretería.

A mi me gusta mucho el contrate de marrón y turquesa, así como la diferencia de texturas entre el veteado del castaño y el aspecto vítreo de la porcelana.
Es diverirlo sacarle el jugo hasta a la chorrada más tonta que cae en nuestras manos y los resultados pueden llegar a ser sorprendentes ¿no os parece?.