UN APARADOR MUY ANTIGUO CON O SIN

Este es otro aparador traído de una aldea de Guitiriz. Es muy antiguo y de factura muy tosca, pero eso precisamente le da muchísimo encanto.
Es totalmente macizo, no lleva chapas lleva tablones. En las puertas tiene unas tallas de motivos vegetales muy burdas y eso  a mis ojos lo hace muy interesante. En el cuerpo superior la cornisa presenta un friso con una greca muy simple y bonita.

La madera como la mayoría de las veces en el norte,es castaño y se encuentra muy oscurecida así como estropeado el acabado. La madera de castaño contiene muchos taninos y aunque en principio es clara tiende a oscurecerse con el paso del tiempo y en determinadas condiciones. Si alguna vez queréis oscurecer rapidamente una pieza de castaño no tenéis más que encerrarla en una bolsa junto con un vaso de amoniaco y veréis como reaccionan los taninos. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de aplicar determinados tintes que en el castaño y el roble pueden reaccionar más de la cuenta.

Lo primero como fue limpiar la mugre y retirar el acabado para tratar la carcoma.
 El sobre que soporta el peso de la vitrina estaba muy vencido y no podía con el peso así que opté por sustituirlo, al igual que la balda del interior . También se cambiaron algunas tablas de la parte superior aprovechando la madera retirada del sobre.

La teñí y la envejecí para igualar al máximo con el color oscuro del mueble.

Estuqué grietas y agujerillos, y recompuse alguna falta de material en las puertas. Le di una mano de tinte para igualar los tonos de las zonas más claras y terminé con goma laca a muñequilla y cera. Un poco de pátina para resaltar volúmenes.

Los cristales (horrorosos) fueron sustituídos por unos lisos y las lunas (preciosas con su pátina de 80 años) sustituidas por unas nuevas a petición  de su dueño (personalmente hubiera dejado las originales)
 El fondo de la vitrina lo forré con un papel que algunos ya conocéis (aun me queda un poco así que lo volveréis a ver alguna vez más) y que me parece que queda especialmente bien para quitar el aire de sacristía de iglesia a este tipo de muebles tan oscuros.

Los tiradores que traía eran de hierro y no me gustaban nada, dejaron unos cercos horrorosos y enormes. Me las vi y me las deseé para encontrar tiradores que los escondieran. En el caso de la puertas tuve que mantener la posición original que tampoco me convencía demasiado pero era la única manera de camuflar las marcas.

Lo se, en verde gastado o color agua hubiera quedado de impresión, pero hay que comer y procurar que el cliente, dueño al fin al cabo de la pieza se vaya contento. Aún así procuro poner mi toque y no dejar que del taller salgan piezas tristes y sin vida.
Por eso una de las lunas la cambié por un vitral de colores, para añadir un poco de vida y quitar seriedad a la madera oscura.

Por cierto que las prisas nunca fueron buenas y con ellas coloqué el vitral del revés en la foto, esta sería su posición correcta.

Ahora quiero preguntaros algo  por curiosidad por que en casa se ha abierto cierta polémica, aunque la última palabra la tiene el dueño del mueble (al que espero que le guste la idea del vitral ).

                              ¿CON O SIN COPETE?