Soy un desastre, tenéis que perdonar la porquería de fotos, pero se me olvido la cámara y he tenido que fotografiar con el móvil, que no es precisamente de los nueva generación. La semana que viene tengo que ir a poner un cierre e intentaré sacar unas fotos más decentes.
Este aparador es muy similar aunque algo más pequeño a otro que se hizo hace dos o tres meses. Cuenta con más de 80 años y salió del mismo taller que su compañero.
Las fotos de la pieza entera no las encuentro, pero si tengo estos detalles del acabado. Le dieron hace unos años unos brochazos de barniz de poliuretano que hizo una extraña reacción con lo que ya tenía debajo y se fue cubriéndo de manchas negras.
Lo más trabajoso fué retirar el barniz, como era una capa muy, muy gruesa se empleó la cuchilla de ebanista y después lija fina.
Se trató la carcoma, y se recompuso alguna zona .
Una mano de tinte para reeavivar el tono, esta vez como quedaban unos restillos blancos sopechosos no me atreví a terminarlo a la cera como me hubiera gustado, pues temía que quedaran velos de tapaporos o restos de barniz. Lo acabé con un barniz acrílico que parece cera, aunque al tacto se nota bien la diferencia.
Tiene unas tallas muy rústicas y bonitas, a mi recuerda un mueble de casita de gnomos.
Por dentro estaba muy feo y se forró con papel de florecillas azules, creo que muy a gusto de su propietario. Y los tiradores se cambiaron por que los originales eran horrorosos.
El mármol del sobre se encontraba muy sucio, se limpió , se pulió y se terminó con un polish específico.
El espejito de abajo quedaba muy escondido, pero para que no fuera menos que su compañero de meses anteriores, se sustituyó por un pequeño vitral. Le hice un dibujo bajo y en la parte alta simulé una especie de ventana de manera que para contemplarlo no fuera necesario agachar la cabeza.