Me han encargado un comedor con piezas antiguas pero que no resultara rancio. He encontrado esta mesa que tienen unas patas esbeltas preciosísima.
Se trata de madera de castaño y cuenta con dos alas laterales que suman 40cm. a cada lado.
Retirar el acabado viejo fue latoso en la parte del sobre pues algún iluminado le dio una gruesa mano de barniz universal brillante que no salía con un decapante convencional, al final encontré uno bastante potente que se usa para los cascos de los barcos.
Las patas en goma laca se limpiaron con más facilidad. Nos encontramos con una madera sorprendentemente sana, sin un agujero de carcoma. No obstante se trató por si las moscas.
Quería hacer un contraste entre la madera de las patas y el sobre, así que las pinté en blanco Carrara al igual que la estructura, luego las gasté ligeramente para resaltar las tallas.
El sobre lo terminé con un poliuretano mate aplicado con cuidado para no dejar gruesos buscando un acabado muy natural. Le di una pátina blanquecina para obtener ese acabado empolvado igual que las sillas que le ponen el toque romántico.