Quiere la casualidad que mi padre se dedica a reparar este tipo de artilugios, que dicho sea de paso son mecanismos de mucha precisión, se siguen usando actualmente por si fallan los sistemas gps. Claro que los que repara mi padre se encuentran en mejores condiciones que este, que lo sacó un buzo de un barco sumergido en las costas de Ferrol y ya veremos lo que nos encontramos por dentro.
Tras desmontarlo casi totalmente (pues la tapa superior está enquistada en el "mortero",así se llama el cuerpo) procedo a vaciarlo de la solución de agua destilada y alcohol (se usa como anticongelante) y busco la manera de retirar la "rosa", esa circunferencia que lleva marcados los puntos cardinales y que flota en el agua girando sobre un eje que se llama "estilo", está hecha de mica y al sacarla se desmiga como un hojaldre.
El mortero por dentro se pinta de blanco y por fuera se limpian los metales con un ácido especial,luego se lava bien y se termina con un barniz para metales que evitará futuras oxidaciones por efecto de la humedad y el oxígeno.
La rosa de mica está practicamente descompuesta así que me las he tenido que ingeniar para conseguir una similar sintética, pues una como la anterior costaba unos 250 eur y no interesaba a mi cliente, pero el efecto es bueno. No aspiro a que vuelva a llevar el rumbo con exactitud pero si a recuperar su valor estético y decorativo, ahora sólo falta encontrar una caja de madera donde encajarlo.
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