A MARCO ANTIGUO ESPEJO CON PÁTINA

 

Hoy no os puedo enseñar un antes y un después sencillamente por que se me olvido sacar una foto del antes. Me llegó un marco antiguo de latón sin el espejo, no estaba estropeado tan sólo sucio por el paso de los años.

 Lo limpié pero manteniendo la pátina que le da calidades y profundidad a los volumenes.

 Yo no soy partidaria del uso de barniz para proteger metales, por que un poco de humedad que quede debajo aparece con el tiempo en forma de mancha horrorosa, es preferible ir manteniendo el metal con una limpieza periódica, mucho menos latosa que levantar un barniz.

 A la hora de reponer el espejo busqué por un taller uno que tuviese pátina, y es que este marco con un espejo nuevo seria como el agua y el aceite, sin embargo un espejo con historia enmarcado en este marco es como un cuadro, cobra vida.

UN ARQUITA MUY CURIOSA

Hace ya algunos meses que me trajeron esta arquita tan curiosa. Es una pieza de herencia, y como la cerradura estaba estropeada le habían cambiado el sistema de bisagras, abriéndose desde abajo y resultando una cosa un poco rara.

La abrí para estudiarla un poco y ver como iban las bisagras realmente, para ello tuve que pelear un poco con la cerradura y volver a montar todo con el sistema de bisagras original.

 Ahora tenía coherencia, se trata de un pequeño bureau, para guardar y sellar documentos, Lo que en un principio parecía para colgar copas resultó ser para colgar sellos
 

El acabado estaba totalmente negro y opaco y al retirarlo se aprecian mejor  las tallas en madera de castaño.

 De las asas originales sólo quedaba una placa, pero encontré dos de la misma linea que tampoco le quedan mal.
¿vosotros que uso le imanaríais?

LA SUPERMESA

 He estado unos días desaparecida. Me enredé con esta super mesa, la llamo así por que sus dimensiones ya son considerables pero es que además se abre y se le van añadiendo suplementos de 50cm. por el centro, hasta cinco, imaginaos la de comensales que ha podido acomodar.

Es una pieza de castaño, yo calculo que de principios de siglo pasado. Lleva en las patas y en el perímetro incrustaciones en madera de tejo. 

Llegó con el acabado original, lógicamente muy estropeado, el sobre de la mesa muy ennegrecido y con todo tipo de manchas, muchas de la cuales permanecerán para siempre imprimiendo carácter.

Es una pieza que da mucho juego, teniendo espacio claro está. Pues no sólo se puede usar como mesa de comedor, yo también la veo en una biblioteca, con muchos libros y pudiendo circularla, o en un recibidor de grandes dimensiones, en cualquier caso es una toda una señora mesa con su historia.

Os dejo para seguir trabajando aprovechando estos estupendos días de primavera que levantan el espíritu que no veas, en unos días os enseño más.

FILTIRÉ

Esta es una de unas preciosas sillas isabelinas que estoy restaurando.

Al retirar el tapizado, me encontré el canto interior del respaldo perforado y con restos de tireta de rattan, y pensé que lo mejor sería devolverlas a su estado original, pues este trabajo aligera la silla y gana mil por mil.

La técnica viene de China y la introdujeron los portugueses en Europa en el s.XVII, pero es a lo largo del s. XVIII cuando adquiere mayor esplendor y se refinan los diseños. En principio se empleaba en los muebles de las clases adineradas, pero fue Thonet en el s.XIX quien lo democratizó, y la Bauhaus también lo pone en boga en el periodo de entre guerras. En los años 70 se inventan máquinas de rejilla prefabricada que es como la encontramos a fecha de hoy.

 

Pero es un placer poder recuperar una pieza usando esta técnica que guarda mucha similitud con el bordado de filtiré, y si no fuera por lo carísimo de la materia prima os puedo asegurar que es de lo más relajante si se práctica con moderación, pues la vista y los dedos quedan agotados.

Para el asiento escogí un toile de jouy color frambuesa precioso, y para darle un toque fresco tapé con una simplísima cinta de esparto que ya usé en otras ocasiones.

 

 A mi me ha encantado el resultado, son unas sillas de importancia, de la mejor madera, talladas a mano, que podrían resultar casposas según se las asocie.

 

 Yo he optado por mezclarlas con unas sillas de diseño superetéreo, de esta forma se crea un bonito contraste  entre lo antiguo y  lo moderno, lo artesano y lo industrial, la madera tallada y el metacrilato transparente, que está sin estar.

 

A ratos sigo trabajando en ellas para completar los respaldos, me pero me lo tomo con paciencia...